Finaliza la serie de 3 fotos 3 mostrando pequeños aspectos de mi estadía en Quebrada. Y se cierra con broche de oro. El recuerdo de mi pequeña amiga Karlita, una niñita costarricense, quien con sus juegos, inteligencia y simpatía hizo más llevadera mi seclusión en la sierra tico-panameña.
Interior del kiosko "El mirador". Al fondo, la pequeña Karlita invitándome a jugar Volley-Ball. Una pequeña tica que me robó el corazón. ¿Quién me hubiera dicho que tendría que viajar más de 2000km para saber a estas alturas del partido lo que es el amor paternal? Si vieran lo que sufrí al llegar el momento de partir...
1 comentario:
Duro y directo. Que se le va a hacer...
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