miércoles, 30 de septiembre de 2009

Su amigable vecino...¿Mickey Mouse?

Bueno, esto hasta me sacó de mi letargo para escribir (bueno, en realidad exagero, lo que pasa es que no estaba en la Cd. de México y ello se agregó a mi ya reportada situación de No-tener-PC). 

Como muchos ya sabrán (y los pocos que no, es menor que se sienten), Walt Disney Company compró a Marvel Entertainment por una cifra de  -¡zas!- 4,000'000,000 de dólares. Con esto, Disney pasará eventualmente a apoderarse de todos los personajes de Marvel.

Yo todavía no salgo de la sorpresa y eso que ya tiene rato que me enteré y que ya no estoy metido en ese medio. Yo creo por el momento no tiene caso especular ya que las consecuencias que desatará está operación se irán viendo poco a poco conforme las licencias de Marvel comiencen a pasar a manos de Disney. 

Lo que sí de inmediato apareció fue un extraño fenómeno en la red consistente en imaginar y representar fusiones de personajes representativos de ambas compañías, así que para que nosotros no nos quedemos atrás, se me ocurrió la ya-no-tan-extraña posibilidad de la mezcolanza de los dos personajes más emblemáticos de ambas compañías. 

Saudações!

jueves, 17 de septiembre de 2009

Y es que hoy desperté con ganas de mostrar más infamias al mundo

Sin palabras... sólo vean y, oh tortura, sí, escuchen...

viernes, 4 de septiembre de 2009

Respecto a la última encuesta

Sé que quizá debiera aguardar a que la encuesta estuviera cerrada, pero me ha ganado el ímpetu. Definitivamente, creo que eso de que el café conjura o disminuye el alcoholismo es una verdadera rabasada... ¿en qué me baso? ¡En mí! Diariamente, al despertar, según mi cafetera, me bebo entre 8 y 12 tazas, lo cual, creo, supongo, intuyo, me vuelve cafeinómano. Ahora bien, en esos tiempos de bonanza en que todos los días me podía comprar 2 caguamas diarias, sin dudarlo lo hacía y, claro, no duraban ni un par de horas cerradas en el refrigerador. Y en esos tiempos no era que bebiera cerveza en vez de café, no. Bebía los dos brebajes.
Ahora, sigo consumiendo esa cantidad de café por las mañanas, y cada noche muero por beberme, al menos, una caguama. Ergo, sigo siendo alcohólico, y de los más jodidos, es decir, de los que no pueden siquiera paliar su necesidad. Por lo tanto, respecto a eso de que el café contrarresta el alcoholismo, puedo decir sin temor a erra: ¡No es cierto!
Gracias.