lunes, 17 de diciembre de 2007

The End of Jishin! (Intermezzo)

¡Qué refrescante es la brisa! Después de su adorado baño de Sol, lo más relajante para Floresta es sentir la brisa que acompaña al atardecer recorrer su cuerpo, refrescándola al tiempo que escucha el correr del río cercano. “¿Qué puede haber mejor que esto?” se pregunta, mientras los últimos rayos de Sol comienzan a ceder su lugar a la oscuridad de la naciente noche. De nuevo se cierra un ciclo diario y llega el momento para que las criaturas diurnas descansen. Todo es como debe ser. Floresta no puede sino agradecer a su madre por este orden tan perfecto de las cosas. Sin embargo, de repente, una vaga sensación de incertidumbre la sorprende. Dura sólo un instante, pero es suficiente para alertarla. Confía plenamente en sus agudos sentidos, pues no en vano fueron un precioso regalo de Gea. Y estos no la defraudan: Tan sólo segundos después, un estremecimiento en todo el plano de Gea se deja sentir. “¿Un terremoto?...Pero ¿dónde?...Nadie más lo sintió. Y no detecté su origen...ni lo percibo ahora...eso no tiene sentido, es como si viniera de todas partes y a la vez de ninguna. Floresta aquieta su mente, buscando el origen de la alteración. “No, no puede ser. No hay nada en la Tierra. Pero sentí claramente la liberación de una gran energía
sísmica. Y sólo hay alguien que puede desatar tal energía, aunque...tampoco lo encuentro... ¿Dónde está Jishin? ¿Es posible que no esté en la Tierra?”. Floresta expande su conciencia, poco a poco la hace más y más amplia, hasta que...”Hmm, parece que percibo su presencia, en otro plano dimensional...qué extraño, detecto otras bio-signaturas que me resultan familiares...” En ese instante, el mismo continuo del espacio-tiempo es alterado, una aberración temporal se desata y las energías liberadas provocan como efecto secundario la violenta interrupción del sondeo mental que realizaba Floresta “¡¡¡¡Aaaaaargghh!!! ¿Qué fue eso? Por Gea, sentí como si el tiempo se detuviera por un instante. Y lo peor es...que ya he sentido ese tipo de energía cronal antes...” El recuerdo de un combate perdido en el interior de un laboratorio de genética la paraliza. El miedo la invade una vez que se da cuenta de que se trata del mismo tipo de energía “No, no, no , por favor, no puede ser. No puede ser lo que estoy pensando. Pero...esa energía...sin duda era una congelación en el tiempo, como la que dolorosamente me impidió detener el robo del primer clon...a manos de...” Ni siquiera se atreve a terminar la frase, pero sabe que debe actuar de inmediato. Esta vez no necesita usar sus agudos sentidos para saber que de nueva cuenta, toda la creación se encuentra en un gran peligro. Una última visión del encantador entorno en donde está la alienta a viajar lo más rápido que puede rumbo a Alemania. Sabe que las siguientes acciones que tome serán determinantes ya sea para la salvación de todo lo que considera sagrado o para el peor destino imaginable.

No hay comentarios.: