Hablando de decepciones...

Bueno, amiguitos, el día de hoy, siguiendo la tónica de lo que ha sido este triste domingo de decepción nacional, hablemos de otra más...

A continuación la crónica de lo que fue el esperado encuentro de las Parkas, sólo que se las divido en partes. Disculpen la longitud de la crónica, pero creo que vale la pena para entender un poco más el contexto de lo que se vivió la noche del 6 de junio en el inmueble de la Magdalena Mixhuca.

PAPSA presenta: Triplemania XVIII en el Palacio de los Deportes, Ciudad de México.

Lucha estelar: Lucha en modalidad súper-libre por el nombre de la Parka: L.A. Park (sécond: Dorian Roldán) vs. La Parka (Sécond: Lic. Joaquín Roldán).

Se trató de una lucha recia, dura, con muy poca técnica y no era para menos: el odio de L.A. Park ante el que considera un usurpador ha durado más de 10 años. La modalidad en súper-libre mucho ayudó a que el combate fuera una vorágine de violencia, sobre todo por parte de Park, quien desde el inició arremetió a golpes contra su oponente y en menos de 2 minutos ya le había conectado dos sillazos y lo llevaba de pilar a poste abajo del ring, arrojándolo incluso sobre los asientos de los espectadores. Park se va y regresa con una mesa. Al pasar, ve un extintor ¡y descarga su contenido sobre La Parka! Toda esta violencia y no han transcurrido ni 10 min. Ya sobre el ring, Park azota sobre la mesa al de TripleA para luego molerlo a base de cinturonazos ¡La original está trapeando con la Parka AAA!...

(¡Continuará mañanita!)